¿Cómo mejorar las manos agrietadas?
Las manos resecas o agrietadas lucen opacas y ásperas, debido en muchos casos a los productos que se usan para la limpieza como los detergentes y jabones. Lavarse mucho las manos con agua y jabón, lavar la vajilla sin guantes, estar en contacto con mucha tierra o polvo, radiaciones del sol, entre otros, dañan profundamente la piel. Te damos algunos consejos para mejorar el aspecto de las manos agrietadas de manera natural.
Consejos para que las manos no se agrieten
- Utiliza guantes de látex para lavar la vajilla o para hacer el aseo, protegiendo la piel de tus manos.
- Lava tus manos con agua y jabón (neutro o de glicerina), luego de realizar tus tareas diarias.
- Aplica crema hidratante diariamente.
- No laves las manos con jabones que contengan loción. Muchos ingredientes que irritan la piel pueden encontrarse en los jabones comerciales y secarán mucho más tu piel.
- Toma al menos, dos litros de agua por día. Esto mejorará la hidratación y la flexibilidad de tu piel.
- Usa protector solar. La exposición solar también secará tus manos, pues son más susceptibles a estar expuestas a los rayos del sol.
- Consulta con un dermatólogo para ver la posible causa: alergia (productos de limpieza, productos químicos), dermatitis, eczema, psoriasis, o infección de hongos, entre otros.
Alimentación para mejorar las manos agrietadas
- Incorpora en la alimentación los ácidos grasos (especialmente el Omega 6) a través de la ingesta de semillas de sésamo (blanco, negro o integral), de ajonjolí, de girasol y de linaza; usadas complementando ensaladas y todo tipo de platos.
- Consume pescado azul en tu dieta diaria.
- Condimenta tus alimentos con aceite de girasol, siempre que sean de presión en frío y sin refinar.
Recetas caseras para manos agrietadas
- Aceite de caléndula: aplica el aceite de caléndula directamente en las manos (mañana y noche) y frota hasta su absorción total.
- Cremas de caléndula: unta en tus manos un par de veces al día y deja actuar por 5 minutos.
- La pulpa del aloe vera o sábila: aplica la pulpa del aloe vera mañana y noche y deja actuar por 10 minutos.
- Aceite de rosas y limón: elabora macerando por dos semanas, en un vaso de aceite de oliva, un buen puñado de pétalos de rosas y la piel de un limón. Luego de macerar (tapado, fresco y a la sombra) frota tus manos una o dos veces al día con este compuesto.
- Crema de papa y leche: añadir a una papa cocida (una vez esté ya fría), dos cucharadas de miel y dos de leche fresca. Mezcla bien hasta que quede una consistencia cremosa y aplicala sobre las manos. Deja un mínimo de 15 minutos y la retira con agua tibia.