Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010

Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010

El mundial de fútbol 2010, celebrado en Sudáfrica, fue la XIX edición de la Copa Mundial de Fútbol. El torneo se realizó entre el 11 de junio y el 11 de julio de 2010, siendo la primera vez que se disputó en el continente africano, superando en la elección previa a Egipto y Marruecos.

Este campeonato se compuso de 2 fases: la primera, la conformaron 8 grupos de 4 equipos cada uno, avanzando a la siguiente ronda los 2 mejores de cada grupo. Los dieciséis clasificados se enfrentaron posteriormente en juegos eliminatorios, hasta llegar a los 2 equipos (España y Holanda) que disputaron la final en el estadio Soccer City de Johannesburgo.

El mundial de Sudáfrica perdurará en el recuerdo tanto por el espíritu del país organizador, como por el triunfo de la selección española que alcanzó la cumbre gracias a un gol de Andrés Iniesta en el minuto 116, ante Holanda.

El fútbol de España cautivó a los espectadores por los geniales pases entre Xavi e Iniesta, los goles de David Villa y las paradas de Iker Casillas, que con su magistral actuación le hicieron ganador del Guante de Oro, como mejor portero del torneo.

El cuadro español venció 1-0 a Holanda en tiempo suplementario. Esta final tuvo a las dos mejores selecciones del torneo, equipos que aplastaron a sus rivales y exhibieron un juego diferente. Holanda presentaba el vértigo en sus ataques y España se hizo invencible con su posesión de balón.

El balón de oro lo ganó el delantero de la selección de Uruguay, Diego Forlán al ser elegido como el mejor jugador del Mundial de Sudáfrica, luego de realizar una fantástica cita mundialista. Forlán marcó 5 goles y fue uno de los jugadores destacados para que la selección uruguaya alcanzara las semifinales de este Mundial.

Por su parte, Sudáfrica salió victoriosa exhibiendo una excelente organización y orgullo de nación, que transmitió un mensaje de esperanza a un continente entero. El hecho de que la selección sudafricana fuera eliminada en la primera ronda, no afectó el entusiasmo del público sudafricano, que acompañó todos los juegos con el omnipresente zumbido de las vuvuzelas.

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