Peceras saludables

Peceras saludables

Las peceras las hay con distintas capacidades y algunas tienen formas algo más originales que la típica esfera, bordes más o menos labrados e, incluso, montículos incorporados.

Hoy en día también las fabrican de plástico con forma redonda, de copa o rectangulares. De esta manera, no se corre el riesgo si son manipuladas por los niños, ya que son casi irrompibles.

Mantener en óptimas condiciones una pecera es:

  • Sacar a los peces de la pecera: si no nos sentimos cómodos ante la situación de tener que cogerlos con la mano, emplearemos una red especial para ello (el salabre).
  • Vaciar el agua vieja, sucia y pobre del día anterior: aclarar bien el interior con agua limpia, sin emplear nunca jabones ni otros productos químicos.
  • Rellenarla de nuevo con agua corriente del grifo: procurando ponerla a temperatura ambiente, pues en invierno puede ser que salga demasiado fría y los peces noten demasiado el cambio repentino. Añadir un producto anti-cloro, ya que el agua del grifo no es idónea para el bienestar de los peces pues contiene exceso de cloro y metales pesados. Hay productos muy económicos y sencillos de emplear.
  • Volver a introducir los peces: alimentarlos, dos veces al día, con 4-5 escamitas por pez, de su comida especial para peces de agua fría.
  • Debes dedicar varios minutos al día a la observación de los animales: fijándote tanto en su comportamiento general (su forma de nadar, de comer, de relacionarse entre ellos) como examinando meticulosamente su apariencia externa: aletas, escamas, color de la piel, aspecto de ojos y boca, ya que muchas enfermedades de los peces ofrecen signos externos claramente visibles si se aprende a observarlos.

Igualmente, dedicar varios minutos al día al disfrute de la calma y tranquilidad que se obtiene al quedarnos mirando a estos animales. Si los peces nos ven repetidas veces a su lado, nos perciben sin ningún problema para ellos, aprenden a reconocer a la persona que generalmente los alimenta y se atreven a comer de su mano.

Intenta mejorar su vida y planificar un cambio de hábitat a un acuario más grande. Aunque, increíblemente hay muchos peces que se adaptan sin excesivo estrés a un espacio cerrado con tres litros de agua estancada (y prueba de ello es que no enferman ni mueren en años), no podemos confiarnos y pensar que llevan una buena calidad de vida.

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