Equipos electrónicos ¿Cómo reciclarlos?

En las últimas décadas el consumo de equipos eléctricos y electrónicos ha aumentado considerablemente debido a los cambios acelerados en las tecnologías del mundo, lo cual ha generado el almacenamiento en grandes cantidades de artefactos obsoletos.

Grandes y pequeños electrodomésticos, equipos de informática y telecomunicaciones, herramientas electrónicas, juguetes, equipos deportivos, médicos, de seguridad y vigilancia, generan toneladas de residuos eléctricos que cada vez aumentan más a nivel mundial.

Cuando estos aparatos se tiran a la basura y no se reciclan, generan residuos muy contaminantes. La inmensa mayoría contiene sustancias como bromo, cadmio, fósforo o mercurio que pueden ser muy perjudiciales para la salud y el medio ambiente. Por ejemplo, el plomo es un carcinógeno que tiene efectos nocivos en el sistema nervioso central, el sistema inmunológico, los riñones, y ha sido relacionado con anormalidades en el desarrollo del feto.

Está demostrado que el fósforo de un televisor puede contaminar hasta 80.000 litros de agua o que una nevera mal reciclada emite a la atmósfera gases de efecto invernadero, equivalentes a las emisiones de un vehículo en 15.000 kilómetros.

Ante esta situación preocupante, es necesario reducir en lo posible el uso de equipos electrónicos. Se recomienda tener solamente los necesarios.

¿Cómo evitar acumular la basura electrónica?

Reutilizar los equipos para darles una vida más larga. Si todavía funcionan, puedes regalarlos a familiares o amigos, o donarlos a proyectos para que se aprovechen de manera solidaria.
Reciclarlos. Si el aparato no funciona y tienes que comprar uno nuevo, pregunta si el lugar donde vas a comprarlo te recibe el que ya no funciona. Algunos establecimientos los reciben para enviarlos a plantas de reciclaje o a los fabricantes para aprovechar la materia prima.

¿Cómo funcionan las plantas de reciclaje?

Una vez que los residuos llegan a las plantas de reciclaje, se les retiran los elementos contaminantes, y el resto de componentes (plástico, aluminio, cobre o vidrio) se procesan para fabricar nuevos equipos. Según expertos, el proceso de reciclaje de los dispositivos electrónicos es relativamente sencillo en comparación con el de otras industrias.
La mayor parte de los componentes pueden separarse por medios mecánicos y se calcula que el 70% de cada dispositivo puede transformarse en materia primas aprovechable.
La recuperación correcta de estas sustancias ahorra además dinero y recursos en su proceso de extracción. Recuperarlos requiere menos energía y se generan menos desechos que al extraerlos de la naturaleza; además, materiales como el cobre, oro, plata, aluminio, son valiosos por sí mismos.