La castración de los gatos

La castración de los gatos

La vida con un gato pasa por la toma de múltiples decisiones; aquellas relacionadas con su sexualidad suelen ser las que más problemas o dudas provocan. Por eso la castración.

La castración en los gatos no traen consecuencias negativas para el comportamiento posterior de los gatos. De hecho, se ha comprobado científicamente que la necesidad de castración, más allá de los mitos que la rodean, se da por motivos que tienen que ver con la salud y con el mejoramiento del bienestar felino, incluido su comportamiento y carácter.

La castración de los felinos normalmente se produce cuando el comportamiento sexual empieza a provocar alguno que otro problema.

En el caso de los machos, el rey de los problemas es el marcaje con orina, con una orina de un olor especial que al olfato humano resulta desagradable. Las hembras; por su parte, las gatas en celo regalarán los oídos con incesantes quejidos, maullidos lastimeros y todo tipo de posturas y frotamientos.

Ante la aparición de estas singulares manifestaciones los propietarios deciden plantearse la posibilidad de intervenir quirúrgicamente a su animal para castrarlo.

Además, la castración no significa ningún tipo de trauma para el animal ni nada por el estilo. Para el gato sólo existe su sexualidad cuando siente las feromonas que produce una gata alzada. Cuando el gato percibe estas feromonas se produce una modificación de su conducta, por eso es que si se tiene una gata alzada en su casa, los gatos lo “visitaran” asiduamente, haga lo que haga para ahuyentarlos. Si no hay una gata alzada delante del gato, éste volverá a su conducta habitual.

El mayor  riesgo que tiene un gato, ya sea macho o hembra, después de la castración es ganar peso en exceso, ya que los cambios hormonales derivados de la misma predisponen a esta tendencia. Para evitarlo, sólo se tendrá que controlar su alimentación y evitar que coma más de lo que necesita.

La castración se puede llevar a cabo desde los tres meses de edad, pero los especialistas recomiendan esperar seis meses si es hembra y un año si es macho.

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