La Plaga y el Manejo Integral

La Plaga y el Manejo Integral

La plaga en la agricultura se refiere a todos los animales, plantas y microorganismos que tienen un efecto negativo sobre la producción agrícola.

Los planteamientos básicos que se emplean para controlar las plagas del campo son:

  • El primero es la tecnología química. Al igual que el uso de los antibióticos, está tecnología busca una bala mágica que erradique o aminore la plaga.
  • El segundo es el manejo ecológico de las plagas. Al igual que el estímulo aplicado al sistema inmunológico del organismo, este método pretende dar una protección duradera mediante agentes de control, de acuerdo con el conocimiento del ciclo vital y relaciones ambientales de las plagas.

Estos dos planteamientos se combinan en el procedimiento llamado, manejo integral de las plagas (MIP) que permite consolidar un sistema de producción agrícola para así obtener la máxima cantidad en kilos, mejor calidad y con la mayor aceptación en el mercado a través de productos con poco o ningún residuo de elementos anti nutricionales externos así como el menor daño posible por agentes patogénicos o daños mecánicos de apariencia causados por insectos.

También usa una gran variedad de métodos complementarios: físicos, mecánicos, químicos, biológicos, genéticos, legales y culturales para el control de plagas. Estos métodos se aplican en tres etapas: prevención, observación y aplicación. Es un método ecológico que aspira a reducir o eliminar el uso de plaguicidas y de minimizar el impacto al medio ambiente. Se habla también de manejo ecológico de plagas (MEP) y de manejo natural de plagas.

En agricultura de gran escala MIP puede reducir la exposición de los seres humanos a productos químicos con potencial tóxico y puede llegar a bajar los costos. El Manejo Integral de la Plaga se basa en los seis componentes siguientes:

  • Niveles aceptables de plagas: el énfasis está en “control” no en “erradicación”. MIP mantiene que la erradicación completa de una plaga es imposible y que intentarlo puede ser sumamente costoso, insalubre y en general irrealizable. Es mejor decidir cual es el nivel tolerable de una plaga y aplicar controles cuando se excede ese nivel (umbral de acción).
  • Prácticas preventivas de cultivo: la primera línea de defensa es seleccionar las variedades más apropiadas para las condiciones locales de cultivo y mantenerlas sanas, junto con cuarentenas y otras ‘técnicas de cultivo’ tales como medidas sanitarias (destruir plantas enfermas para eliminar la propagación de la enfermedad, por ejemplo).
  • Muestreo: la vigilancia constante es el pilar de MIP. Se usan sistemas de muestreo de niveles de plagas, tales como observación visual. Es fundamental llevar cuenta de todo así como conocer el comportamiento y ciclo reproductivo de las plagas en consideración. muchos insectos dependen de las temperaturas.
  • Controles mecánicos: si una plaga llega a un nivel inaceptable, los métodos mecánicos son la primera opción. Simplemente cogerlos manualmente o poner barreras o trampas, usar aspiradoras y arar para interrumpir su reproducción.
  • Controles biológicos: los procesos y materiales biológicos pueden proveer control con un impacto ambiental mínimo y a menudo a bajo costo.
  • Controles químicos: se usan pesticidas sintéticos solamente cuando es necesario y en la cantidad y momento adecuados para tener impacto en el ciclo vital de la plaga. Muchos de los insecticidas nuevos son derivados de sustancias naturales vegetales También se están evaluando técnicas ecológicas de herbicidas y pesticidas con base biológica.

El Manejo Integral de las Plagas se puede aplicar a todos los tipos de agricultura e incluso a la jardinería. Es el tratamiento ideal para los cultivos orgánicos y se basa en conocimiento, experiencia, observación e integración de técnicas múltiples y que no usa opciones químicas sintéticas.

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