¿Qué es el Bullying Escolar?

Bullying es un término del idioma Inglés, que se refiere a la agresión física y mental de uno o más alumnos, contra un compañero. Es un comportamiento constante que causa daño, temor e incomodidad a un niño o adolescente.

La primera vez que se usó este término, fue en la década de los 70, por Dan Olweus, quien implantó un programa anti-acoso para las escuelas de Noruega.

En el pasado, esta palabra no era tan mencionada, pero en vista del incremento alarmante de acoso y agresiones que se ve en las escuelas en la actualidad, es un término muy usado.

Señales de acoso escolar:

Deseo de no asistir a la escuela con frecuencia.
Baja en el nivel del rendimiento escolar.
Apatía y tristeza.
Llega a casa con marcas de haber sido golpeado.
Nervios al participar en clase.

Características de las víctimas del bullying escolar:

Son generalmente sumisos, ansiosos, miedosos, tímidos y callados.
Manifiestan pérdida de confianza en sí mismos y aislamiento progresivo.
Se distinguen del grupo por alguna característica que incomoda al agresor o agresores, como por ejemplo: belleza, ser extranjero, buenas calificaciones, debilidad o discapacidad física, entre otros.
Intentan disimular su sufrimiento y se cohíben de pedir ayuda o defenderse.

Características del agresor o agresores:

Suelen ser fuertes físicamente, impulsivos, dominantes, con conductas antisociales.
Disfrutan haciendo bromas pesadas, poniendo apodos y humillando a otros.
Insultan y agreden físicamente a sus víctimas. En algunos casos, exigen dinero al estudiante acosado, a cambio de no maltratarlo.
Utilizan las redes sociales para atacar y burlarse de la víctima.
Ataques en grupo a algún estudiante y retos en pandillas, a la hora de la salida de la escuela.
Envían mensajes de texto, mensajes por Internet, llamadas insultantes y burlas.

¿Qué hacer si tu hijo sufre el bullying escolar?

Conversa con él. Hazle sentir que puede confiar en ti y que cuenta con todo tu amor y apoyo.
Investiga a fondo lo que está sucediendo. Habla con sus compañeros más cercanos y profesores.
Comprométete a ayudar a tu hijo y hazle saber que él no es culpable de esta situación.
No intentes resolver el problema diciéndole que tome venganza; esto empeoraría la situación.
Debes informar al maestro y a la dirección de la escuela, y pedirles su colaboración para resolver el problema de manera inmediata.
Si tu hijo está muy afectado emocionalmente, debes buscar la ayuda de un psicólogo para ayudarle a que supere ese trauma, pero recuerda que la ayuda más importante es la de su familia.
Si el acoso continúa, necesitarás consultar a un abogado.

Si tu hijo es el acosador:

Dialoga con él y gana su confianza; una vez lo hayas logrado, pregúntale la razón de su actitud.
No ignores el problema. Serenamente, busca la manera de ayudarlo.
Nunca uses la violencia para solucionar el problema, pues corres el riesgo de empeorar la situación.
No dejes de demostrarle amor a tu hijo, pero hazle saber también que no permitirás esa conducta agresiva contra sus compañeros, y que tomarás medidas si continúa haciéndolo.
Conoce con quienes se relaciona tu hijo y qué actividades realizan.
Canaliza su conducta agresiva inscribiéndolo en un deporte que le guste, o en la práctica de algún instrumento musical de su preferencia.
Crea un ambiente en tu hogar, en el que tu hijo sienta confianza de expresar sus frustraciones e insatisfacciones sin agredir.
Enséñale buenos modales y a ponerse en lugar del compañero agredido.
Enséñale a reconocer sus errores y a disculparse con quienes haya ofendido.
Trabaja junto con la escuela para corregir el problema de manera inmediata, y mantente informado sobre cómo la escuela está manejando el caso, y qué resultados se están obteniendo.

En la escuela:

Se recomienda crear campañas contra la violencia escolar.
Organizar debates a partir de la proyección de alguna película.
Realizar trabajos de concientización a través de cuentos y obras de teatro.
Mensajes educativos mediante afiches y carteleras.

Padres y maestros son responsables de velar por el cumplimiento de los derechos de los niños, tanto en la familia como en la escuela. En Venezuela la Ley Orgánica de Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA), es la encargada de asegurar a los niños y adolescentes, el ejercicio y disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías, a través de la protección integral que el Estado, la sociedad y la familia deben brindarles desde el momento de su concepción.