Cómo cuidar los libros
Los libros son obras impresas en una serie de hojas de papel. La mala preservación pueden deteriorarlos o dañarlos. A continuación te indicamos cómo cuidarlos para que duren toda una vida.
Una persona que se preocupa y cuida un libro aprende a apreciar lo que una obra significa y lo que puede ofrecerle hoy y mañana.
Consejos para cuidar los libros
Limpiar regularmente los libros con un plumero o una brocha de cerdas suaves, ya que las partículas de polvo se adhieren a las cubiertas y hojas con gran facilidad y pueden oxidar el libro.
Realizar una limpieza profunda cada seis meses en los estantes. Debe limpiarse primero con un paño húmedo para retirar el polvo y luego proceder a su secado con papel seco. El estante debe estar bien seco antes de volver a colocar los libros.
La temperatura, la luz y la humedad son otros factores que influyen en el estado de los libros. Estos se deben ubicar en un lugar con luz tenue, seco y ventilado, evitando fuentes de calor como radiadores, chimeneas o calefactores eléctricos, que pueden ajar el papel y resecar la cola de la encuadernación. Evitar habitaciones con humedad, lugares cercanos a una ventana, a cañerías o tuberías.
Los ejemplares deben colocarse sobre un anaquel plano, horizontal y de manera vertical para evitar que se deforme y dañe la encuadernación. Se recomiendan estanterías abiertas en vez de cerradas. Se aconseja material de madera antes que vidrio, ya que este no permite que el aire se renueve y puede afectar al papel.
Evitar la presencia de insectos como termitas, cucarachas, u otros animales como ratones, que puedan comerse las páginas o utilizarlas para dejar sus huevos.
Es inevitable impedir que con el tiempo se deteriore los libros, pero con un poco de cuidado se puede lograr que duren más.