La siesta en los niños y su importancia
Una siesta de una hora después del almuerzo, estimula la actividad cerebral de los niños y los ayuda en sus procesos de aprendizaje.
Los niños que toman una siesta después del almuerzo, tienen mejor desempeño en tareas de ubicación visual y espacial, y mejoran significativamente durante la tarde y al día siguiente, en comparación con los niños que no pueden dormir la siesta.
Los pequeños que toman la siesta, experimentan una creciente actividad en regiones del cerebro relacionadas con el aprendizaje y la asimilación de nueva información.
La siesta les permite estar más tranquilos, menos irritables, más sociables y contribuye a reducir la hiperactividad, la ansiedad y la depresión en los niños.
Consejos para la siesta de tu niño
- Dormir la siesta es una necesidad fisiológica, pero cada organismo es diferente; por lo tanto, cada niño tiene sus propias necesidades de sueño, y también influye la etapa de crecimiento. Hay edades en el que el mundo es tan estimulante que se niegan a “perder tiempo” para explorarlo.
- A algunos niños les es suficiente 20 minutos de siesta, mientras que otros pueden dormir hasta 2 horas.
- No debes forzar al niño a dormir; ofrécele la posibilidad y prepara el ambiente para que duerma la siesta.
- Es importante que establezcas una rutina para la siesta, más o menos siempre a la misma hora, con algo de luz diurna y un ambiente tranquilo. Lo ideal es entre la 1 y las 3 de la tarde.
- Algunos padres tratan de evitar que sus niños duerman la siesta porque piensan que les costará que duerman por la noche, pero ésta no es la solución. No hay que impedir que los niños duerman si lo necesitan. De hecho, puede ser que dormir la siesta les ayude a dormir mejor en la noche.