Qué es el maquillaje permanente
En un mundo cada vez más competitivo, en el que la mujer ocupa su lugar en el campo laboral, al igual que el hombre, le queda poco tiempo para dedicarse a su belleza, que sin embargo no debe descuidar.
El maquillaje permanente, tal como su nombre lo indica, es el maquillaje, tatuaje o micro-pigmentación de labios, ojos, cejas y lunares por largos periodos de tiempo. En colores muy suaves o sombreados el delineado puede durar un promedio de 6 meses. En un tono normal dura entre 1 y 3 años en perfecto estado, dependiendo del tipo de piel. En color negro podría durar de 10 años hasta toda la vida.
En el maquillaje permanente se aplican una variedad de métodos, que incluyen la máquina tradicional para tatuaje o en espiral, la máquina giratoria o con pluma y en forma manual.
La aplicación inicial del maquillaje permanente demora habitualmente de una a dos horas y media, y los retoques llevan mucho menos tiempo. Los más comunes son el maquillaje permanente para labios, ojos y cejas; sin embargo, el tatuaje estético también puede usarse para redefinir los rasgos faciales débiles y camuflar las cicatrices en cualquier parte del cuerpo.
Su uso por razones prácticas, el maquillaje permanente constituye una opción para las personas alérgicas a productos tradicionales, también para aquellos con problemas de visión que pudieran tener problemas para maquillarse.
Los riesgos asociados al maquillaje permanente son los mismos que en la aplicación de tatuajes en otras partes del cuerpo. Reacciones alérgicas, posibles sangrados al momento de la aplicación, moretones y un poco de dolor.
Es importante que todo el material utilizado esté esterilizado al alto vacío y que sea desechable. Lo ideal es que los pigmentos utilizados sean de alta calidad para garantizar la pulcritud del trabajo.
Los costos están asociados al lugar elegido para realizarse el maquillaje permanente. Si se elige un centro especializado o un centro médico el precio, por lo general, es más elevado que si se realiza en un spa o salón de belleza normal. Lo recomendable, como en todo, es consultar primero con un especialista y pensar antes en un buen trabajo que en el precio.