Antonio Guzmán Blanco
Antonio Guzmán Blanco nació en Caracas, el 20 de febrero de 1829 y falleció en París el 28 de julio de 1899. Conocido como el “autócrata civilizador” e “ilustre americano”, el “regenerador y pacificador”, fue un político, militar partícipe durante la Guerra Federal, y Presidente de Venezuela en tres ocasiones. Se le considera como modernizador de la República porque construyó numerosas edificaciones públicas, mejoró la economía y por el clima de relativa paz con que llevó sus gobiernos.
Hijo de Antonio Leocadio Guzmán, fundador del Partido Liberal, y de Carlota Blanco Jerez de Aristiguieta, pariente de la familia de Bolívar. Comenzó sus estudios en el Colegio Independencia de Feliciano Montenegro y Colón en Caracas. A los 19 años de edad mientras estudiaba derecho en la Universidad Central de Venezuela, ocupó el primer cargo público, como jefe de sección en la Secretaría de Relaciones Exteriores. En 1854, se incorporó a las logias masónicas caraqueñas Concordia y Esperanza, y Sociedad de María. En marzo de 1856 se graduó de licenciado en derecho civil y el 14 de abril, obtuvo el título de abogado.
Por esta época, fue nombrado cónsul de Venezuela en Filadelfia, de donde pasó con el mismo cargo a Nueva York, y luego como secretario de la Legación de Venezuela en Washington.
En 1858, poco después de su regreso a Venezuela, fue acusado de participar en un complot contra el gobierno de Julián Castro, llamado La Galipanada. Fue apresado y enjuiciado pero resultó absuelto. No obstante, esto no evitó que en septiembre del mismo año, Castro ordenara su salida del país y fue desterrado en enero de 1859.
Antonio Guzmán Blanco fue tres veces Ministro Plenipotenciario en Europa, continente de donde recibiría una extensa influencia tanto en lo político como en lo ideológico, siendo Presidente Interino y del Senado, hasta finalmente alcanzar la Presidencia de Venezuela con la Revolución de Abril, la cual sostuvo en los períodos 1870-1877, 1879-1884 y 1886-1887)
Entre sus principales obras figuran: la declaración oficial del Gloria al Bravo Pueblo, como himno nacional en 1881; la inauguración del ferrocarril de Caracas-La Guaira; la realización del II censo nacional en 1833. Mejoró la red de carreteras, ferrocarriles, líneas de navegación, correos y telégrafos e instauró el servicio telefónico entre Caracas y La Guaira. También estableció el sistema métrico de pesas y medidas y fundó un servicio nacional de estadísticas. Generó el levantamiento de mapas, censos e inventarios de la nación, y así estableció una economía estable.