Juegos de mesa para niños
¿Sabías que los juegos de mesa, además de ser recreativos y divertidos, también promueven la salud psicológica de tus niños? ¡Y eso no es todo! Según expertos en psicología evolutiva y educativa, los juegos de mesa contribuyen al desarrollo físico, cognitivo y social, a la vez que favorece la comprensión de las reglas a temprana edad.
Los juegos de mesa contribuyen a facilitar el aprendizaje de valores y a estimular la participación, competencia, creatividad e inteligencia de los participantes.
Así que es hora de impulsar el uso de estos juegos no sólo en la escuela, sino también en casa, y permitir que sean siempre ellos los protagonistas.
Juegos de mesa más populares para niños
- Uno: es un juego de cartas que cuenta con dos o más participantes. Consiste en deshacerse de todas las cartas que se toman inicialmente, diciendo la palabra uno cuando queda la última carta en la mano.
- Memoria: es un juego clásico para niños. Existen muchas versiones y de diferentes temas. El objetivo es encontrar parejas de imágenes al levantar y ocultar dos cartas por turno. Este juego estimula y ayuda a desarrollar la memoria visual de los niños. Está recomendado para niños de 3 años en adelante. Se puede jugar solo o en grupo.
- Dominó: este juego consta de 28 fichas rectangulares, divididas en dos partes, marcadas por puntos que van en cuentas del cero al seis. El juego consiste en hacer coincidir la numeración de la ficha que se juega, con las que están en la mesa. Gana quien logre poner todas sus fichas primero. A través de este juego los niños aprenden a contar y a reconocer patrones.
- Ludo: se juega con un dado sobre un tablero y el objetivo es mover las cuatro fichas que le corresponden a cada jugador, desde la cárcel o partida, hasta la casa o meta. Las fichas se mueven de izquierda a derecha y es obligatorio jugar lo indicado por el dado. El seis del dado da la salida al jugador para iniciar la partida, sirve para sacar las fichas de la cárcel y para ganar un turno extra.
- Damas chinas: consta de un tablero en forma de estrella con 121 casillas. Cada jugador cuenta con 10 fichas de un mismo color que al empezar a jugar, están juntas en uno de los triángulos que forman las puntas de la estrella. El objetivo es ser el primero en trasladar las fichas desde una punta, hasta el triángulo opuesto. Con este juego los niños mejoran la concentración.
- Scrable: consiste en ganar puntos mediante la formación de palabras sobre un tablero de 15×15 casillas. Las palabras pueden disponerse horizontalmente o verticalmente y también se pueden cruzar. El jugador que obtenga más puntos es el ganador. El scrable es ideal para que los niños desarrollen su vocabulario y aprendan la correcta escritura de las palabras.
- Ajedrez: consta de 32 piezas (16 para cada jugador, negras o blancas, que simbolizan dos ejércitos). El objetivo del juego consiste en atrapar al rey (jaque mate). Aunque es un juego de inteligencia y estrategia, los niños a partir de 4 años pueden comenzar a jugarlo. A esa edad el niño es capaz de aprender el movimiento de cada ficha y luego ir comprendiendo jugadas tácticas que lo lleven a lograr el jaque mate. Es un juego que desarrolla la concentración la atención, el pensamiento crítico y la memoria.