La sexualidad en los niños: ¿Cómo responder sus preguntas?
Algunos padres se aterran o se preocupan ante las preguntas que pueden hacer los niños sobre la sexualidad, por lo que se recomienda dejar a un lado los tabúes y entender que la sexualidad es parte de la vida, así como comer, dormir, estudiar o trabajar.
Es un tema que debe ser tratado con toda naturalidad. La sexualidad tiene que ver con el cuerpo, las emociones de la persona, la identidad de género, las reacciones del cuerpo y los cambios físicos. El niño es sexual desde el momento en que nace. Alrededor del año de nacido, inicia el proceso de autodescubrimiento, empieza a tocarse y autoestimularse; debes verlo con naturalidad y entender que lo hace con la mente inocente, no con la mente de adulto.
Los pequeños tienen mucha curiosidad y sus preguntas se centran sobre todo en temas como el origen de los niños y las diferencias entre hombres y mujeres.
¿Cómo responder a los niños sobre la sexualidad?
- Primero, indaga qué es lo que el niño desea y necesita saber exactamente. Es muy importante que exista un clima de confianza y amor en toda la conversación.
- Segundo, piensa cuánta información debes darle y cuánta puede entender.
- La sexualidad está ligada a la autoestima, por ello, hay que educarlos sabiendo que lo que le vamos a decir puede afectar la autoestima y el autoconcepto de cada uno. Si desde pequeñitos se les dice frases como: “esas partes son malas”, “eso es sucio”, “eso es malo”. Cuando ese niño empiece a vivir su desarrollo y tenga dudas sobre sus partes sexuales, no va a recurrir a los padres, porque en aquél momento le dieron un concepto negativo al respecto.
- Si ya lo hiciste, no te preocupes, siempre hay oportunidad de rectificar; dile que te equivocaste la vez pasada cuando le respondiste de esa manera, que investigaste y aclárale lo que tengas que aclarar.
- Responde sólo lo que el niño necesita saber de manera clara y sencilla, acorde con su edad y nivel de comprensión; evita explicar más allá del interés del niño, pues puedes terminar confundiéndolo.
- Utiliza los nombres correctos de las partes del cuerpo (vulva, pene, senos), nómbralos con naturalidad, así como se nombran la nariz, la boca, los ojos.
- No dejes de responder; si no sabes cómo darle una respuesta, dile que hay cosas que tú tampoco sabes por completo, y que vas a investigar para responderle mejor.
- Si en una visita al zoológico el niño ve animales reproduciéndose o teniendo un acto sexual, puedes aprovechar la oportunidad para hablarle de la sexualidad, involucrando siempre el amor cuando se hable de este tema, y olvidar tabúes y mitos de cuando nos educaron a nosotros.
- Si se te hace difícil conversar con ellos sobre la sexualidad, busca ilustraciones y libros que están especialmente editados para la educación sexual infantil.
- Educa a los niños y a los adolescentes para que sepan que las partes íntimas son privadas pero no secretas.
Los psicólogos señalan que una educación sexual adecuada desde temprana edad, puede ayudar a que los niños y niñas se desarrollen de manera más equilibrada, tengan la capacidad de comprender los cambios que experimentan en sus propios cuerpos, en sus estados de ánimo y la manera de relacionarse con los demás; así contarán con un mayor conocimiento para tomar decisiones que les ayude a vivir su sexualidad y evitar situaciones de riesgo para su salud física o mental, a medida que crecen.