El ajedrez y sus beneficios
El ajedrez es un apasionante juego milenario en el que se emplea la estrategia y la táctica. Originario de oriente, es considerado un deporte intelectual donde no cuenta la suerte sino la inteligencia. Este juego que simboliza a la vida, su organización y la solución de conflictos, no sólo entretiene; también aporta grandes beneficios si se practica de manera regular.
Beneficios del ajedrez:
- Desarrollo del pensamiento crítico: durante una partida de ajedrez, los jugadores se enfrentan en cada jugada a múltiples opciones de respuesta ante la amenaza del contrario, ello hace que deba analizar y sintetizar cuál es la jugada más apropiada.
- Mejoramiento de la memoria: en este juego, la memoria se desarrolla notablemente, pues ante la cantidad de opciones de respuesta para cada jugada y el corto tiempo para elegir la jugada, la memoria se ejercita a un alto nivel y debe apelar al recuerdo de jugadas estudiadas y practicadas en otras partidas.
- Concentración y atención: esta capacidad es la que más rápido se desarrolla en la práctica del ajedrez. Una partida puede ser dura con múltiples opciones. Si el jugador no se concentra puede perder el juego. La concentración que se desarrolla en esta disciplina, también se manifiesta en otras áreas de desempeño de quien practica este juego.
- Desarrollo de la creatividad e imaginación: para lograr ventajas claras sobre su oponente, el ajedrecista debe imaginar posiciones distintas a las que están en el tablero y encontrar estrategias que le permitan llegar a ellas; no basta con responder a las jugadas del contrincante siguiendo patrones o jugadas practicadas previamente.
- Resolución de problemas y toma de decisiones bajo presión: durante una partida de ajedrez, el jugador se enfrenta a diferentes problemas en los que además de elegir la mejor estrategia, debe hacerlo bajo la presión del poco tiempo con el que cuenta para cada jugada.
- Control emocional: una partida de ajedrez demanda un alto nivel de control emocional. El jugador debe controlar la frustración o molestia durante una mala jugada, pues podría no recuperarse y peder la partida. Ante un ataque fuerte de su contrincante o una mala jugada propia, el ajedrecista debe mantener la calma.
- Razonamiento lógico-matemático: el razonamiento empleado en el ajedrez es parecido al utilizado en las matemáticas. Diversas investigaciones han mostrado la relación entre la práctica del ajedrez y el mejoramiento de las habilidades lógico-matemáticas en los niños y jóvenes.
- Refuerza la disciplina: el ajedrez es un combate mental en el que para mejorar, hay que comenzar por dominarse a sí mismo, e ir subiendo el nivel de juego mediante la disciplina en el estudio, esfuerzo y práctica.
- Mejora la autoestima: a medida que el jugador va incrementando sus habilidades y el conocimiento del juego, también gana autoestima y confianza para aprender y enfrentar otras situaciones y campos de acción.
- Promueve la honestidad e integridad del jugador: el ajedrez exige el seguimiento de una serie de reglas cuyo incumplimiento no es aceptable y es penalizado. El jugador no puede echarle a nadie la culpa de sus errores. Son sus propias capacidades y acciones las que determinan su desempeño. El jugador aprende a ser honesto e íntegro consigo mismo.
- Adaptabilidad: en el transcurso de una partida de ajedrez, se presentan muchas situaciones inesperadas en las que el jugador debe adaptar sus estrategias, de acuerdo a la nueva situación en el tablero de juego.