¿Cómo ejercitar la memoria para mantenerla sana?

¿Cómo ejercitar la memoria para mantenerla sana?

La memoria es un almacén de recuerdos de un funcionamiento, en ocasiones, desconcertante. Puede mostrar una agilidad inesperada y, por el contrario, dejar estancado a cualquiera en las situaciones más triviales.

La condición de una buena o mala memoria depende, entre otros factores, de la capacidad de concentración, el nivel de estrés, la dieta, la edad, la tendencia genética, la calidad del sueño, los hábitos tóxicos y la actividad intelectual.

Su desarrollo y la capacidad de retener imágenes se modifica a partir de los 30 años, cuando comienza un declive de las capacidades intelectuales que se acelera con la vejez. Unos hábitos saludables y unos sencillos ejercicios y trucos son la clave para conservar una memoria «de elefante».

¿Qué hacer para mantenerla sana?

  • Gimnasia mental. el cerebro es un órgano que necesita actividad para ofrecer un rendimiento adecuado a sus posibilidades. Si no se ejercita, disminuye su capacidad para pensar y recordar.
  • Ejercitar la memoria practicando con cosas simples. hacer crucigramas, memorizar la lista de la compra, recordar detalles de una película o un libro, que se ha desayunado o qué ropa llevaba tal persona, entre otros.
  • Anotar la información. los datos se retienen con más facilidad si se escriben.
  • Disponer de un corcho o una agenda calendario en la que se pueda ver todas las cosas que se debe recordar.
  • Repasar la información que se desea recordar. Se puede intentar al cabo de 24 horas y, por último, una semana después.
  • Dormir lo suficiente. el sueño es primordial para mantener la mente despejada y para la concentración y memoria. Mientras se duerme, el cerebro clasifica y almacena la información que recibió durante el día.
  • Cuidar la salud. la salud física influye directamente en la salud mental, por lo que para disfrutar de buena memoria es necesario alimentarse de forma sana y equilibrada y realizar unos minutos diarios de ejercicio.  También estar relajado contribuye a tener una mejor concentración y capacidad de memorizar.

Piensa en la memoria como un músculo, mientras más lo entrenas, más se desarrolla y crece.

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