La caña de azúcar y su cultivo
La caña de azúcar es una gramínea con un tallo grueso y fibroso donde se forma y acumula un jugo rico en sacarosa, compuesto que al ser extraído y cristalizado forma el azúcar.
El tronco de la caña de azúcar está compuesto por una parte sólida llamada fibra y una parte líquida, el jugo, que contiene agua y sacarosa. En ambas partes también se encuentran otras sustancias en cantidades muy pequeñas. La caña alcanza entre 3 y 6 m de altura y entre 2 y 5 cm de diámetro.
Cultivo de la caña de azúcar
Se cultiva mediante la plantación de trozos de caña, de cada nudo sale una planta nueva idéntica a la original; una vez plantada la planta crece y acumula azúcar en su tallo, el cual se corta cuando está maduro. La planta retoña varias veces y puede seguir siendo cosechada. Estos cortes sucesivos se llaman “zafras”.
La caña requiere de abundante agua. Su periodo de crecimiento varía entre 11 y 17 meses, dependiendo de la variedad de caña y de la zona. Requiere de nitrógeno, fósforo, potasio y ciertos oligoelementos para su fertilización.
La caña se puede cosechar a mano o a máquina. La cosecha manual se hace a base de personas con machete que corta los tallos (generalmente después de quemada la planta para hacer más eficiente la labor) y los organizan en chorras para su transporte. La cosecha mecánica se hace con cosechadoras que cortan la mata y separan los tallos de las hojas con ventiladores.
Una vez cortada, la caña debe transportarse rápidamente para evitar su deterioro por levaduras y microbios. El transporte se hace en vagones por vía férrea, o tirados por un camión o tractor. Los vagones tienen capacidades entre 5 y 20 toneladas cada uno.
Se puede cultivar en la mayoría de suelos; aunque es muy importante que estos cuenten con materia orgánica y presentar buen drenaje tanto externo como interno. El cuidado de terreno debe ser riguroso pues la cosecha puede ocupar al mismo hasta 4 años. El arado tiene que ser profundo para luego comenzar con la siembra de semillas.
Un cultivo eficiente puede producir 100 a 150 toneladas de caña por hectárea por año. Se cultiva extensamente en regiones tropicales y subtropicales por todo el mundo.