Natalicio de José Gregorio Hernández
El Dr. José Gregorio Hernández nació el 26 de Octubre de 1864. Sus padres fueron Benigno Hernández y Josefa Cisneros. Mostró siempre un comportamiento ejemplar dentro de su familia y como ciudadano de su pueblo natal Isnotú, en el Estado Trujillo.
Su madre le inculcó el deseo de ayudar al prójimo, así como su ferviente religiosidad. De su padre heredó el carácter y la rectitud en el proceder.
A los 13 años llega a Caracas, donde estudia el bachillerato y luego continúa sus estudios de medicina en la Universidad Central de Venezuela donde se gradúa de médico en 1888. Posteriormente estudia microbiología, histología, patología, bacteriología y fisiología experimental.
José Gregorio tuvo un consultorio en Caracas, donde puso al servicio de los pacientes de escasos recursos. Allí servía y brindaba lo indispensable a los mendigos del barrio. Luego regresó a su Trujillo natal y abrió una clínica donde brindó la misma ayuda a los más necesitados.
Era conocido como un médico muy culto. Hablaba francés, alemán, inglés, italiano, portugués y dominaba el latín. Era músico y filósofo. Formó la escuela de investigadores. Entre sus discípulos figuran el Dr. Jesús Rafael Risquez, su sucesor en la cátedra de bacteriología y parasitología, y el Dr. Rafael Rangel, el fundador de la parasitología nacional.
Su grande espiritualidad y amor a Dios, lo llevó a internarse en la orden de los cartujos. Luego en 1908 se embarca para Italia con el propósito de ingresar a la vida monástica.
Regresó a Caracas en 1909. Obtuvo licencia de Arzobispo e ingresó en el seminario de Santa Rosa de Lima. Regresó nuevamente a Italia para estudiar teología en el colegio Pío Latino Americano. Allí adquirió una afección pulmomar y tuvo que regresar a Venezuela.
José Gregorio Hernández murió el 29 de Junio de 1919, a la edad de 54 años, tras ser arrollado por un vehículo, en La Pastora, Caracas. Sus restos reposan en la Iglesia de La Candelaria.
La gestión de su beatificación, la inició el Arzobispo de Caracas, Monseñor Lucas Guillermo Castillo, en 1949. Actualmente está en proceso la beatificación y canonización, luego de que en 1986 el Papa Juan Pablo II, lo declarara venerable.